A pesar de ello, existen otro grupo de personas que sienten que no encajan con su cuerpo de vida, que este no coincide con su identidad, ya que se sienten pertenecientes a un género que no coincide con su sexo biológico, y a esta sensación en específico, se le conoce como Disforia de Género, si te interesa saber más sobre este tema entonces te invito a que continúes leyendo.
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¿En qué consiste la Disforia de Género?
Lo primero que debemos considerar, es que es muy importante definir con exactitud a qué nos referimos con Disforia de Género, y es que esto hace referencia a un malestar a nivel psicológico que experimentan los individuos, cuando el género biológico no coincide con su identidad de género.
Igualmente, muchas personas que experimentan estas situaciones se sienten completamente incómodas y angustiadas, ya que muchas veces, viven todo ese conflicto en el que las características sexuales de su cuerpo a nivel físico, no son las que quisieran para sí mismos, el cómo se sienten y piensan acerca de sí mismos, también muchas veces, estos individuos comienzan a tener sentimientos de angustia o incomodidad, debido a los distintos roles de géneros comúnmente tradicionales que el resto de las personas esperan acerca del género asignado.
Asimismo, en pocas palabras, podríamos decir que las personas transexuales, no tienen por qué nacer con una Disforia de Género o por qué padecerla a lo largo de toda su vida, ya que muchas veces, si el entorno respeta por completo la identidad de esa persona y el desarrollo que este tenga en relación a su identidad sexual será mucho más beneficioso para estas personas transexuales.
En este sentido, podemos agregar que, muchas veces, el no haber nacido como una persona Cisgénero, lo que quiere decir, es que es aquel individuo cuya identidad de género corresponde al sexo asignado al nacimiento, no lo consideran un motivo suficiente para sentirse mal, sin embargo, esto puede variar según cada paciente.
¿Qué personas pueden padecer Disforia de Género?
Debemos tener en claro que la Disforia de Género puede afectar a cualquier persona incluso también se puede manifestar durante la infancia, cuando no se tienen los medios adecuados para expresar de forma correcta lo que sentimos y el único modo en el que buscamos exteriorizar ese conflicto entre el sexo y género, es rechazar cualquier tipo de carga de género que se nos inculque o simplemente que correspondan al sexo opuesto, es por eso, que puede darse tanto en hombres como en mujeres, pero se tiene estimado que al menos en España se da más frecuentemente en hombres.
¿La Disforia de Género es una Enfermedad?
Este apartado resulta ser muy interesante, puesto que muchas personas a este punto siempre se le atribuye una creencia errónea acerca de si la Disforia de Género es una enfermedad, y realmente la respuesta a esto es bastante sencilla, y es que no se trata de una enfermedad.
Asimismo, debemos considerar que esto es así porque a pesar de que, muchas veces, existe aún ese debate sobre si la transexualidad es considerada o no un trastorno no se ha encontrado ningún tipo de elemento patológico que se relacione como tal a la Disforia de Género ni a ese malestar por causas biológicas, pero sobre todo es porque la forma de abordar la Disforia de Género es como un problema a nivel social y cultural.
Ahora bien, siguiendo esta línea de ideas, se evita la patologización de la Disforia de Género, y es que esta también, a su vez, se puede explicar como un simple producto de la construcción cultural del género, ya que, muchas veces, vinculamos lo femenino con la emotividad y la vulnerabilidad, y, a su vez, lo masculino con la fuerza, violencia física, entre otros factores.
Debido a ello, es que pueden ocurrir situaciones en las que la identidad de una persona digamos que no encaja por completo con el rol que está desenvolviendo su vida, y también se puede presentar la situación en la que aumenta el individuo identificado por un género distinto al que se le fue asignado al nacer por criterios biológicos, que son totalmente rígidos.
Igualmente, es de esta manera, como muchas veces, la Disforia de Género suele tener solución cuando se modifica la cultura en la que viven esas personas por lo que es completamente imposible que a esto podamos catalogarlo como una enfermedad, sin embargo, esto no quita por completo que existan individuos que vean a la Disforia de Género como algo tan fuerte que decidan optar por cirugía.
De igual forma, dichas personas recurren tanto a la cirugía estética, así como también a las famosas operaciones de cambio de sexo en la cual existen cambios estructurales bastante resaltantes, y esta muchas veces, es una solución que ayuda a disminuir esa atención que existe entre lo que es la identidad, y todas estas expectativas sociales a las que nos vemos expuestos los individuos en nuestro día a día.
¿Cuáles son los síntomas de la Disforia de Género?
Una vez que tenemos en claro que la Disforia de Género no es una enfermedad, también debemos entender que no es un trastorno psicológico, a pesar que hace poco formaba parte de un concepto que, si aparecía en el DSM, que es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos Mentales, de la Asociación Psiquiátrica Americana, ya que se encontraba dentro de los trastornos que iban relacionados con la sexualidad.
Sin embargo, es importante resaltar que, actualmente, no se encuentra dentro de esa clasificación, sino que tiene una propia que, aunque lo saca de los trastornos sexuales puede seguir generando cierto estigma en las personas que lo tienen, sin embargo, las personas pues no se sienten tan cómodas con esta situación también sumando lo que es la presión social e histórica de lo que significa pertenecer a ciertos colectivos que son mucho más vulnerables ante estas discriminaciones.
Sin embargo, dentro de las principales causas a esa fuerte sensación de angustia o incomodidad debido al género que fue asignado es habitual, no obstante, normalmente, la señales que experimenta una persona con Disforia de Género son las siguientes, a conocer:
- Primero, sienten un deseo de no tener más esas características sexuales primarias que fueron asignadas al nacer.
- Segundo, quieren ser tratados como el sexo opuesto.
- Tercero, insisten en que son de un género diferente al sexo que les fue asignado al nacer.
- Cuarto, pueden llegar a sentir algún tipo de rechazo ya sea hacia juguetes, juegos, u otras cosas que, muchas veces, son asociados con el género que se les fue asignado biológicamente.
- Quinto, y, por último, tenemos que pueden usar ropa del género opuesto.
Aunado a todo lo antes expuesto, debemos afirmar que todo este tipo de malestar en las personas, hacen que se pueda manifestar en distintas formas, como con ansiedad, angustia, problemas a nivel emocional, baja autoestima, intentos autolíticos, bajo estado del ánimo y, muchas veces, también la Disforia de Género tiene comorbilidad con trastornos psicológicos como, la depresión, trastornos de la conducta alimentaria, adicciones trastorno obsesivo-compulsivo, y algunos trastornos de la personalidad.
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¿Cuál es el Tratamiento para la Disforia de Género?
En este aspecto tan resaltante, tenemos que el tratamiento para la Disforia de Género en específico, se manifiesta de una forma bastante individualizada, y, muchas veces, se basa principalmente, en necesidades completamente únicas de cada persona, es por eso, que en numerosas ocasiones, su enfoque principal es poder ayudar al individuo a que este explore más a profundidad su identidad de género, y esto se hace permitiéndoles expresar su género de una forma que corresponda con su sentido interno.
Adicional a esto, se le debe asesorar y tratar cualquiera de los otros problemas comórbidos que puedan existir, muchas veces, también estas personas atraviesan por ciertos tratamientos que incluyen hormonas o cirugías de reasignación de género.
Debido a ello, tenemos que existen algunos casos, en los que las personas desean recibir asesoramiento para poder sentirse mucho más cómodos con sus sentimientos, poder afirmar su identidad, y también a poder sobrellevar o más bien reducir todos esos sentimientos ya sea de malestar o angustia.
Ahora bien, debemos agregar que es de suma importancia, resaltar que los tratamientos psicoterapéuticos para esta temática en específico de la Disforia de Género, no buscan cambiar el género con el que se identifique el individuo, y esto es importante resaltarlo.
Principalmente, en estos casos, la Psicoterapia, busca ayudar a que las personas se puedan sentir más cómodas con la identidad y expresión del género con el que se identifica, sin duda, hace que los individuos se sientan mucho más realizados y puedan mejorar en parte su calidad de vida, ya que se disminuyen esos sentimientos que pertenecen a la Disforia de Género, y, muchas veces, esto lo hacemos a través de los siguientes pasos, a conocer:
- Primero, explorar la identidad y expresión de género.
- Segundo, aprender a manejar de mejor forma el estrés.
- Tercero, practicar la autoaceptación.
- Cuarto, buscan construir una red de apoyo.
- Quinto, toman decisiones acerca de las opciones de transición.
- Sexto, van mejorando sus relaciones.
Cabe destacar, que la Terapia Psicológica, es fundamental en este tipo de procesos, ya que reduce significativamente los sentimientos de Disforia de Género y ayuda a la persona sin importar en qué fase del proceso se encuentre, a mejorar tanto su calidad de vida como su bienestar emocional y físico.
Para concluir, debemos afirmar que, sin duda, la Disforia de Género, es un tema en el cual existe mucho tabú en la actualidad, ya que a pesar de que se encuentra dentro del Manual de Criterios Diagnósticos, no es una enfermedad y tampoco es un trastorno, sino que es algo que va muchas veces ligado al malestar que puede sentir estas personas por el rechazo social que están sufriendo, ya que es un problema más que todo a nivel cultural, social y no de la persona en sí, pero siempre es importante que si estás atravesando este tipo de procesos, acudas con un profesional de la salud mental, para que este te brinde las herramientas necesarias y puedas llevar todo tu proceso de transición de la mejor manera posible sin que perjudique tanto tu día a día.
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