Conoce la Dismorfia Productiva y sus síntomas

   Puede ser que no hayas escuchado hablar de la dismorfia productiva, se refiere a que se puede alterar la percepción de la realidad en diferentes formas, de esta manera puede acabar afectando la salud mental de forma seria. En tal sentido, es una disfunción que modifica el modo en que percibimos el trabajo que hacemos.

Asimismo, a medida que va pasando el tiempo, este problema puede ir causando serias complicaciones a nivel laboral y de salud. Es por esa razón, que si te interesa este tema te invito a que continúes leyendo este artículo, para que puedas conocer qué es la dismorfia productiva y cómo afecta en todos los ámbitos.

Cabe resaltar que esta alteración tiende a pasar desapercibida para quien la padece, ya que las personas en el ámbito laboral pueden creer que su comportamiento solo demuestra compromiso laboral. Por eso, es esencial contar con toda la información necesaria para reconocer esta condición y no caer en la confusión.

¿Qué es la Dismorfia Productiva?

Antes de ahondar más sobre este tema primero debemos conocer su significado. El término “dismorfia” proviene del griego y podría traducirse como “anormalidad en la forma o estructura”. Constantemente se usa para hablar de la dismorfia corporal (DC), a un trastorno psicológico que altera la percepción del propio cuerpo. Un ejemplo de esto es cuando alguien percibe su nariz como “demasiado grande” cuando la realidad es que tiene un tamaño normal.

De acuerdo a un estudio realizado por Vashi (2016), la dismorfia corporal afecta entre 0.7% y 2.4% de la población mundial; aunado a eso, se sabe que la dismorfia corporal se puede vincular a cualquier aspecto del cuerpo. Por otra parte, una investigación realizada por Rodríguez (2019) reflejó que los pacientes que se someten a procesos de odontología estética en su mayoría son los que presentan el mayor índice de dismorfia corporal (DC).

Seguidamente unos años más tarde, la periodista Anna Codrea-Rado pudo describir en un artículo de 2021 la aparición de un nuevo tipo de dismorfia que ella llamó dismorfia productiva. La periodista para poder definir qué es la dismorfia productiva, consultó con diversos expertos en salud mental, llegando a la conclusión que se trata de una alteración en la percepción de la propia productividad o trabajo, observándose que la persona que la padece, ve su trabajo como imperfecto e insuficiente a pesar que se evidencia todo lo contrario.

¿Cuáles son los Síntomas de la Dismorfia Productiva?

Tal como se mencionó al inicio de este artículo, esta patología en particular puede pasar desapercibida con mucha facilidad. El individuo que la padece, puede pensar que examinar su trabajo varias veces y castigarse por insignificantes errores lo ayuda a “mejorar”. Así mismo, sus compañeros y jefe podrían pensar que su actitud hacia el trabajo solo demuestra compromiso y proactividad.

Sin embargo, la realidad que cuando conocemos lo que significa la dismorfia productiva, es mucho más fácil poder darse cuenta que es un problema que se debe revisar, por eso, quien lo tiene nunca se sentirá feliz con lo que hace y eso puede derivar en frustración, estrés y síndrome de burn out. Es importante, estar atentos a los síntomas que conocerás a continuación:

• Constante ansiedad.
• Poseer pensamientos constantes de no ser “bastante bueno” en el trabajo.
• La cuesta reconocer los logros que tiene en el trabajo y los aciertos.
• Demasiado exagerado de los errores que comete.

Cabe destacar, cómo pueden perjudicar estos síntomas en la calidad del trabajo que hace un individuo. Es tan así, que al principio puede funcionar como un modo de lograr conseguir buenos resultados, pero a su vez esto a largo plazo genera cierta ansiedad y demasiado agotamiento. De esta manera, puede terminar incapacitando al trabajador, dañar su salud mental, así como el progreso de su carrera.

¿Cuáles son las causas de la Dismorfia Productiva?

Este tipo de trastorno como lo es la dismorfia sobre todo en el ámbito productivo, es una realidad psicológica producto del tiempo. Ya que se vive en una sociedad muy demandante, en la cual la autoestima está cada vez más desgastada y la autoimagen se convierte mucho más vulnerada.

En cuanto al entorno y la cultura, las cuales actúan como esas presiones de manera externa, funcionando como esos espejos en los que cada día se reflejan para así descubrirse como figuras totalmente defectuosas. Ante todo, son entidades que casi nunca están a la altura de lo que otros esperan. En esta condición se tiene como resultado muchos factores los cuales se detallan, a continuación:

Síndrome del impostor

En este caso tenemos el síndrome del impostor, el cual se refiere a esa sensación constante como si uno es un incompetente y que, en algún momento, las demás personas que tenemos alrededor descubrirán que somos un fraude total. Sin embargo, eso sí, se encuentran la evidencia suficiente para poder demostrar que somos competentes, hábiles, y personas capaces.

En este sentido, se publicó en un artículo de la revista Frontiers in Psychology donde se resalta que, en esta condición, no solo se debe fijar en los aspectos que definen a quien la padece. Puesto que no todo es por la causa de una baja autoestima, como, por ejemplo, el entorno también es de suma importancia, ya que es posible que las personas que nos rodean medien en esa percepción negativa. En el caso del síndrome del impostor es en realidad, el eje que mueve la propia dismorfia en lo productivo.

El perfeccionismo obsesivo

En esta oportunidad encontramos el perfeccionismo obsesivo, ya que puede ser exigentes consigo mismo, pero no es conveniente convertirse en figuras altamente severas y críticas para con el propio ser. Por otro lado, no es bueno para transformarse en ese saco de boxeo que golpea cada día el diálogo interno negativo. El perfeccionismo excesivo es un trastorno que agota, mina y boicotea en cada acción que se lleva a cabo día a día.

Cabe destacar, que para esa voz interna no importarán méritos, talentos o los éxitos que se hayan obtenido.  Puesto que esa mente «hiperperfeccionista» establece unos estándares personales demasiados altos que jamás lograran alcanzar. Es por eso que se explica, el porqué del agotamiento y la insatisfacción constante que posee la persona con esta patología.

Trastorno de ansiedad

En este caso tenemos lo que es la ansiedad crónica, esta puede tener un impacto significativo en la productividad, así como también en la percepción que tiene la persona sobre su rendimiento.

En este orden de ideas, encontramos un artículo en Review of Clinical Psychology donde mencionan que el trastorno de ansiedad se presenta por esa preocupación constante que posee el individuo de incentivar la negatividad y las emociones desreguladas. Cabe destacar que, con frecuencia, muchos de quienes padecen esta dismorfia pueden evidenciar tal cuadro psicológico.

Dismorfia de productividad y redes sociales

Es importante el papel que juegan las redes sociales en la génesis de los procesos de dismorfia. Es decir, que las personas con esta condición, logran desarrollar una imagen disfuncional, así como negativa y alterada de sí misma.

Es por esa razón, que las visiones idealizadas de personas exitosas alcanzando grandes logros, traídas por aplicaciones como Instagram, las mismas impactan en gran medida en muchas mentes, creando tal vez expectativas poco realistas y a su vez fomentan una sensación de insuficiencia constante del individuo.

Entornos laborales hostiles y críticos

Cuando ocurren problemas psicológicos, el contexto es muy significativo. Esta realidad está influenciada por el hecho de que tenemos jefes autoritarios y figuras de autoridad que devalúan o critican nuestro trabajo.  Trabajar en un entorno constantemente hostil a menudo puede hacerte dudar de ti mismo.

Te invitamos a conocer acerca de El síndrome de Asperger, la condición del fundador del SpaceX, Elon Musk

¿Qué hacer ante la Dismorfia Productiva

Recalcar el Trastorno Dismórfico Productivo no es una enfermedad mental que no esté reconocida por ninguna institución o manual. Sin embargo, cada vez más profesionales utilizan el término para describir los conflictos que enfrentan los pacientes. Pero, se necesitan más investigaciones para determinar la relevancia clínica y otros aspectos de esta enfermedad, los cuales se detallan a continuación.

1. Reflexiona sobre tu percepción de la productividad

Ahora que entendemos qué es la dismorfofobia a la productividad, reconsideremos lo que significa ser «productivo». ¿Es relevante para ti ser eficiente con tu tiempo y recursos, o asocias pasar la mayor parte del tiempo en la oficina hasta colapsar?

Es importante, que mantengamos un buen equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, ya que si el trabajo ocupa todo el tiempo que tenemos, el cansancio y estrés no tardarán en aparecer. Aunado a esto, puede llevarte a construir un ideal muy poco realista de lo que significa la productividad en sí.

2. Crea una lista de tareas o plan de trabajo

En vista de que la dismorfia productiva nos puede generar una distorsión en cómo se percibe el propio trabajo, en este caso es esencial contrarrestarla. Puesto que esto se puede lograr realzando una lista de tareas o plan de trabajo en donde tengas los objetivos de forma visible; logrando así, que puedas tener evidencia confiable de que sí estás cumpliendo con las metas propuestas.

3. Aprende a aceptar los cumplidos y las críticas

Si su jefe o compañero de trabajo le dice que está haciendo un buen trabajo, asegúrese de aceptar el cumplido sin cuestionarlo. Después de todo, ¿por qué mentirían al respecto? ¿Qué ganan engañándote sobre la calidad de tu trabajo? Si lo analizas verás que es una idea irracional.

Por otro lado, si alguien te critica, no debes tomarlo como una señal de que has fracasado en tu trabajo.  Al contrario, empieza a ver tu trabajo como una oportunidad para mirarlo desde una perspectiva objetiva.

4. Considera la atención psicológica

Al tener conocimiento de lo qué es la dismorfia productiva y la magnitud de las complicaciones que esta puede causar, podrías optar por atención profesional de la salud mental. Los consejos anteriores pueden ser útiles para regular los síntomas hasta cierto grado o incluso desaparecerlos en casos leves; pero, solo un especialista es el que puede determinar qué tan grave es tu situación.

Aunado a esto, si los casos más serios que requieren de intervenciones mucho más profundas y prolongadas. Es decir que las recomendaciones anteriores pueden ser insuficientes y causar más frustración en el individuo. Las técnicas más apropiadas para este tipo de casos es la terapia cognitivo-conductual ya que pueden abordar problemas de percepción y manejo de emociones.

Finalmente, puede tener sentido discutir este tema internamente con la ayuda de un profesional. Al hacerlo, más personas sabrán que es el Trastorno Dismórfico Productivo y cómo afecta su salud.