Definir los celos en los niños puede resultar algo complicado, puesto que son estados bastante subjetivos, los cuales se caracterizan por una sensación de frustración cuando la persona ya no es correspondida a nivel emocional, por las personas que quiere englobar como parejas familiares, entre otros, ellos sienten que ya no son correspondidos con la misma intensidad y frecuencia que antes lo desean o necesitan.
Ahora bien, se podría decir que existe una gran cantidad de causas que pueden desencadenar en celos, por lo menos dentro de la infancia es muy común, que aparezcan celos cuando hay un nacimiento de un hermanito, ya que esto es una forma en la que el niño busca protegerse, reclamar y seguir obteniendo esa misma atención que siempre se le ha dado y que ahora debe ser compartida con alguien más.
Por consiguiente, puede que en parte esto tenga un poco de valor adaptativo, pero es importante resaltar que, dentro de algunos casos, pueden tener una respuesta bastante exagerada, de tal modo se puede crear malestar y deterioro en dichas relaciones familiares, se requiere de ayuda de un profesional en el área de la salud mental.
Cabe destacar, como ya lo hemos mencionado algunos episodios de celos, contienen experiencia subjetiva de un malestar emocional y frustración independientemente de las situaciones que lo lleguen a provocar, cada una de esas causas puede que sean reales y obedezcan a una serie de hechos objetivos o irreales, en el caso de ser así es importante, prestar atención ya que podríamos estar ante un posible trastorno clínico.
Debido a ello, es muy común que las respuestas de los niños que sufren de celos tengan relación con la envidia y el resentimiento hacia la persona, que para ellos perciben como un intruso o un rival con quien tienen que compartir el mismo espacio efectivo.
Sin duda, los celos llevan implícito lo que es un proceso de distorsión cognitiva de los hechos que están ocurriendo, los sentimientos de los demás, las consecuencias futuras, decir tienen una distorsión de la percepción de la realidad y esto sin duda, añade una connotación negativa, por lo que puede incrementar en el niño sentimientos negativos, como vas autoestima, cuadros de ansiedad, miedo, así como muchos otros síntomas explicando más adelante.
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Síntomas de los celos en la infancia
Normalmente, para lograr dar con los indicadores que delatan la presencia de los celos en los niños, debemos tener en cuenta que estos pueden llegar a ser bastante variados y pueden ir tanto desde la aparición de conductas, de aislamiento, de felicidad, como conductas Disruptivas y agresivas, las cuales pueden ocurrir tanto a la persona que es objeto de envidia, como hacia las figuras de apego, los síntomas más frecuentes tenemos:
Una vez que se encuentran claros los síntomas de los infantiles, es importante que los padres y las personas que estén alrededor del niño, tomen acciones para poder ayudar, a continuación, conoceremos algunas orientaciones que pueden ayudar a minimizar celosas en los niños:
¿Cómo disminuir los celos?
Ahora bien, uno de los celos más comunes siempre son importante saber, que ese tipo de relación tiene un ciclo propio de desarrollo, un clima familiar, es emocionalmente estable y equilibrado, los celos pueden ser superados fácilmente sino presentan un problema mayor, sin embargo, en muchas circunstancias la respuesta de los celos suele ser todo lo contrario, exagerada, prolongada, lo cual puede complicar un poco más la situación.
Igualmente, recordemos que los hermanos son personas muy importantes en la vida, ya que es la primera interacción que suelen tener los niños con el mundo social, puesto que conviven con alguien que es nuevo para ellos, tienen que adaptarse a él para poder entender sus necesidades y gustos, para así respetarlo y aceptarlo tal y como es, normalmente, esa relación que tienen ellos en la infancia y la adolescencia pueden depender sus futuras relaciones sociales.
¿Cómo gestionar los celos infantiles?
Es importante permitirle al niño que pueda expresar sus celos a través de palabras la confianza de hablar abiertamente con sus padres y de parte de ellos está enseñarles a los niños que los celos no son malos, inadecuados, sino que por el contrario son una emoción más al igual que la alegría, el miedo, la ilusión, pero algunas emociones que son cómodas y otras que no no son tanto, más es bueno permitirnos sentirlas porque aunque parezca que no estas nos permiten poder adaptarnos a nuevas situaciones.
Por consiguiente, es allí donde entra la labor de nosotros los psicólogos, puesto que muchas veces observamos que los papás intentan forzar a que sus hijos reprima esos sentimientos de celos, de cierta forma, los fuerzan a querer a llevarse bien con esa nueva persona que apareció en su familia y esto no es para nada un comportamiento correcto, ya que desencadenará a que el niño se sienta culpable por tener esos sentimientos de celos y podría terminar experimentando un rechazo mucho más duradero que en forma natural.
Naturalmente, la conducta que pueden tener los niños puede depender de su edad, así como también factores, a continuación, conoceremos algunos criterios que pueden ayudar a gestionar mejor los celos infantiles.
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Afrontarlo de manera natural.
La primera recomendación como psicólogo es que se busque acoger la validez, a la que esta para tener un hombre y que el niño pueda hacerle frente de una forma natural, esto se adapta a la edad y nivel de comprensión que tenga el niño y así le explicaremos que ese sentimiento se llaman celos, lo cual es completamente normal que los citamos cuando aparece una nueva persona, con la que tenemos que compartir a quienes queremos.
Cabe destacar, que deben asegurarse como padres que el niño sienta que el amor que sentimos por él no ha disminuido en la absoluto, sino que es todo lo contrario, debemos intentar admitir cualquier evidencia que el niño esté viviendo como, por ejemplo, es cierto que últimamente pasamos poco tiempo juntos, esto se debe admitir si es el caso, debemos dejar que el niño se exprese, que hable acerca de su malestar, en vez de intentar defendernos de sus palabras, aunque los hechos que el niño comente se encuentren un poco magnificados o transgiversados para él, es fundamental que nosotros lo hagamos sentir escuchado y comprendido.
Empatía.
Una de las cosas principales para poder lidiar con los celos o mejor dicho evitarlos, es intentar enfatizar y ponernos en su lugar, esto no implica ser indulgentes o ceder ante los malos comportamientos, sino que es una prueba clara y específica en la que podemos dar al niño que entienda que todo puede seguir siendo igual, a pesar de que apareciera un nuevo rival, mantener así los límites y las normas que se consideran importantes, de esta manera se le pueda intentar explicar, que aunque esto le genera cierta rabia, no debe tener comportamientos agresivos, porque estos pueden hacer daño a los demás
No hacer comparaciones.
Es de suma importancia que no exista ningún tipo de comparación con la persona que es objeto de los celos, sino que se deben intentar buscar diferencias y características especiales que posean cada uno, así mismo debemos intentar no utilizar frases como a ti te quiero mucho, porque también te portas muy bien, y no sustituirlo como frases como me encanta tu imaginación, tus abrazos de buenas noches, lo mucho que me ayudas cuando vamos de compras, entre otras.
Aunado a ello, todo ese tipo de cosas que intenten hacer sentir al niño como una persona única y valiosa por todas cualidades, debemos intentar compartir tiempo exclusivo con él, para realizar cualquier tipo de actividad que sea de su agrado y así le demostraremos que nos gusta pasar tiempo junto a él.
¿Cómo prevenir los celos con la llegada de un nuevo hermano?
Sin duda, como ya lo hemos mencionado varias veces a lo largo de este artículo, uno de los celos más comunes en los niños son los hermanos, es por eso que a continuación, conoceremos algunos tips, para prevenir los celos ante la llegada de un nuevo hermanito.
Preparar al niño para la llegada del nuevo integrante a la familia.
Es de suma importancia, preparar al niño ante la llegada de un hermano, ya que esto puede ser de gran ayuda por completo a los celos, hará una gran diferencia que comprenda todo de forma racional, en este momento se sienta abrumado a nivel emocional, lo cual puede ser natural en estos casos.
En este sentido, lo más importante es que el niño logre comprender que se le va a seguir queriendo de igual forma, y no adelantarnos a ningún tipo de acontecimiento diciéndole que jugara con su hermanito, ya que tendrán que pasar muchos meses para que esto ocurra y todo eso es un proceso.
Cabe destacar, que durante la etapa del embarazo cuando el niño tiene entre 4 y 6 años él comenzará a realizar bastantes preguntas sobre temas sexuales y de reproducción, ese es el momento indicado para que él pueda tener una buena educación sexual.
No cambiar la rutina por el nacimiento del nuevo hermanito.
Según una serie de estudios se ha llegado a la conclusión que puede disminuir de forma considerable, el volumen de atención que recibe el primogénito mientras va cambiando su rutina, tras el nacimiento del niño a la familia y esto sin duda, es algo que afecta al niño enormemente, es por eso que se debe controlar su tiempo especial, los ritmos para acostarse y seguir diciéndole lo mismo sobre lo que se encuentra tanto permitido como lo que no.
Hablar de igual con el primogénito.
Es muy recomendable, que la madre o el padre hable de igual a igual con el primogénito, ya que se puede disminuir la rivalidad que existe entre él y el nuevo bebe, se debe comentar todo lo que él puede sentir o necesitar llamar la atención del niño ante el interés del bebé por él, hacia todo lo que le gusta y lo que no como, por ejemplo, a la bebé le gusta mirarte, se habrá enfadado por despertarle, no sonreirá si le gritas porque le asusta un poco, entre muchos otros ejemplos.
No realizar ningún tipo de comparación.
Como ya se mencionó, en un punto anterior las comparaciones en el ser son bastante desagradables, puesto que los niños pueden tener cierta ansiedad sobre la idea de que su hermano lo reemplace, es por eso, que es muy positivo que se ensarte cualquier tipo de cualidad positiva de ambos, en especial del hermano mayor para que este pueda tener más peso y responsabilidad, así sus inseguridades se podrán desvanecer.
No alejar el hermano mayor por el nacimiento de un hermano.
Es muy común que, para buscar tener más tiempo para atender al pequeño, se envíe al hermano mayor a una guardería, o se le confía a una persona de confianza, esto es importante que se evite debido a que es una amenaza de abandono concreta, y puede ocasionar que el niño tenga ciertas perturbaciones en su comportamiento, así como también puede desencadenar una serie de sentimientos negativos.
No darle todo al hijo pequeño.
Por último, tenemos que es muy común que los hijos pequeños se aprovechen, molestando a la hermana mayor, o dañando alguna actividad que la misma esté realizando, esto puede reaccionar con violencia y es allí donde debemos intentar no reprender de forma fuerte al hermano mayor, se debe consolar de forma mimosa al pequeño sino por el contrario reñir al hermano pequeño de forma suave, para que este pueda ser más cuidadoso y ayude a su hermano mayor a rehacer la construcción o lo que se haya dañado en ese caso.
Para finalizar, los celos en los niños sin duda, pueden ser los principales causantes de conductas negativas y comportamientos desadaptativos en los niños, y es por eso que es importante siempre recurrir a la ayuda de un profesional de la salud mental, para que éste nos pueda ayudar a emplear las herramientas necesarias y que el niño pueda manejar los celos de una forma asertiva.
Referencias Bibliográficas
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