La psicología es una variable muy interesante que aporta mucho a la humanidad; sin embargo, cada ser humano tiene una realidad completamente diferente y algunos tienen vivencias sumamente dolorosas que muchas veces deben ser exploradas para así comprenderlas y tener mucha más empatía. Con esto, hacemos énfasis en la importancia de deducir las realidades que viven muchas minorías o incluso muchas situaciones que están estigmatizadas. Entre estos temas, encontramos lo que es el impacto de los traumas debido a un abuso sexual. Conoce todo sobre el trastorno disociativo y abuso sexual
El abuso sexual podríamos catalogarlo como un acto violento muy dañino en la vida de las personas, una realidad bastante alarmante a nivel mundial. En las escuelas podríamos encontrar distintas cicatrices invisibles en la mayoría de las víctimas, ya que genera dolencias emocionales. El trauma que puede ocasionar un abuso sexual tiene un impacto tan grande que puede ser duradero y profundo en la vida de las víctimas; esto genera cargas a nivel emocional que pueden transformarse en síntomas y psicopatología mucho más complicadas. Es por eso que en este artículo hablaremos en torno a la relación que existe entre el trastorno disociativo y el abuso sexual.
Índice Del Contenido
¿Qué es el trastorno disociativo?
El trastorno disociativo es un trastorno mental que genera una desconexión y falta de continuidad entre los pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e identidad. Los individuos con este trastorno se escapan de la realidad de una forma involuntaria, lo que ocasiona distintos problemas en su vida cotidiana.
Normalmente, el trastorno disociativo aparece debido a un trauma, y su función es mantener controlados ciertos recuerdos difíciles. La sintomatología de este trastorno es bastante variada; puede generar desde amnesia hasta identidades alternativas, dependiendo del tipo de trastorno disociativo que esté presentando el individuo. Es importante resaltar que los periodos de estrés pueden empeorar los síntomas, haciendo que estos sean cada vez más evidentes.
El trastorno disociativo requiere modalidades de intervención combinadas y personalizadas debido a sus distintas facetas. La intervención se enfoca en atender y corregir cada una de estas facetas. Este proceso es un continuo de aprendizaje, en el cual debe existir una colaboración constante entre el paciente y el terapeuta para lograr un verdadero éxito.
Clasificación del trastorno disociativo
Tomando en cuenta el manual de criterios diagnósticos DSM-V, podemos clasificar los trastornos disociativos de la siguiente manera:
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Amnesia disociativa
En primer lugar, tenemos la amnesia disociativa. Uno de los síntomas más resaltantes en este tipo de trastorno disociativo es la pérdida de la memoria, la cual es grave en comparación con un olvido normal y no se justifica por la presencia de ninguna enfermedad. El paciente es incapaz de recordar información acerca de sí mismo, acontecimientos o personas cercanas, especialmente si están relacionados con un evento traumático.
La amnesia disociativa puede ser específica a ciertos sucesos ocurridos en un momento determinado, o puede ocasionar una pérdida completa de la memoria acerca del individuo. Es importante resaltar que estos episodios se dan de forma repentina y pueden durar minutos, horas, o en algunos pocos casos, meses o años.
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Trastorno de identidad disociativo
Anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, una de las características principales del trastorno de identidad disociativo es la alternancia entre distintas identidades. Cada una de ellas puede tener un nombre, una historia y características completamente únicas, logrando tener diferencias en cuanto a voz o género. También hay diferencias en cuanto a la familiaridad de cada identidad en comparación con el resto. Las personas con este trastorno muchas veces presentan amnesia disociativa.
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Trastorno de despersonalización-desrealización
Por último, tenemos el trastorno de despersonalización-desrealización. Este trastorno genera una sensación de desconexión o de que el individuo se encuentra fuera de sí mismo, observando sus acciones, sentimientos y pensamientos desde una distancia, como si estuviera viendo una película. Al mismo tiempo, el individuo puede tener la sensación de que el mundo es irreal, lo cual se denomina desrealización. Estas desconexiones pueden ocurrir de forma frecuente o episódica. Es probable que los síntomas sean angustiantes y duren solo por poco tiempo, aunque también pueden prolongarse a lo largo de los años.
Una de las situaciones más violentas y devastadoras en la vida del ser humano es el abuso sexual. Este se refiere a cualquier explotación o violencia de índole sexual que una persona ejerce sobre otra sin el consentimiento de la misma. Normalmente, este tipo de abuso puede darse de distintas formas, incluyendo acoso, violación, abuso infantil y en relaciones de confianza.
Es de suma importancia entender que el abuso sexual no solo tiene efectos negativos en el cuerpo, sino también en la mente y el espíritu de las personas víctimas. El trauma puede generar un espiral descendente en la vida de estas personas, creando daños en su salud física y mental, así como en su calidad de vida.
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Trastorno disociativo y trauma por abuso sexual: Relación
Los trastornos disociativos y el trauma por abuso sexual están relacionados porque la mente puede recurrir a la disociación como una forma desesperada de sobrevivir a una experiencia traumática tan abrumadora. La separación de la realidad actúa como una especie de protección psicológica, permitiendo que la víctima sobrelleve el dolor sin sentirlo en su totalidad.
Es por eso que, en muchos casos de abuso sexual, es común que la víctima desarrolle este tipo de trastornos. Aunque no siempre un trastorno disociativo se genera debido a estas causas, ya que puede tener múltiples orígenes, existe una gran parte que se deriva de los abusos sexuales.