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Síndrome de Estocolmo

Muchas personas en ocasiones, han escuchado hablar acerca del famoso síndrome de Estocolmo, el cual normalmente, se ve relacionado con secuestros de alto perfil y situaciones en las que las personas son rehenes.

Síndrome de Estocolmo: Definición

Adicional a esto, han ocurrido ciertos crímenes famosos en las que las personas desarrollan este tipo de Patología, en respuesta a distintos traumas que tiene la persona, sin embargo, a lo largo de este artículo hablaremos más a profundidad acerca del síndrome de Estocolmo, para que así las personas puedan entender en que situaciones se puede desarrollar esta enfermedad y cómo puede tratarse.

Síndrome de Estocolmo: Definición

En este apartado, conocemos como Síndrome de Estocolmo a un estado psicológico inconsciente, en el cual la persona que lo padece se ve bajo algún tipo de situación violenta, ya sea física o mental y desarrolla una serie de sentimientos positivos de afecto, hacia la persona que le está ejerciendo en este caso la violencia ya sea física o mental, en ocasiones, esto puede llegar a ocasionar relaciones sentimentales de complicidad con el agresor.

Ahora bien, debemos considerar que es de suma importancia resaltar que es un estado psicológico totalmente inconsciente, sea de forma involuntaria e irracional y es por eso, que resulta bastante complicado a la hora de comprender para otras personas, ya que no entienden como una persona puede desarrollar este tipo de sentimientos y seguir con una relación así.

Comúnmente, esta relación sentimental o amorosa se podría decir que empieza mucho antes que el abusador, muestre por completo su agresividad y es así como paso a paso se va convirtiendo en una relación sumamente tóxica, en la cual la persona que recibe las agresiones se encuentra totalmente atrapada, y es que aunque existan distintos abusos sigue permaneciendo ese sentimiento afectivo, que convierte toda la situación en un círculo vicioso, el cual en la mayoría de las ocasiones, es difícil de romper.

Por consiguiente, esta enfermedad aunque para muchas personas resulta bastante extraña, sin duda, es más común de lo que pensamos y es que la gravedad de estos casos puede depender de la intensidad con la que se dé el abuso, así como también se pueden encontrar distintas diferencias culturales, en cuanto a lo que es la tolerancia o normalización de ciertas conductas, que son abusivas por parte de uno de los dos miembros de la pareja, se debe tener en cuenta que lo que es la violencia psicológica, ya sea de forma indirecta o sutil, así no sea evidente no deja de ser peligrosa.

Historia del Síndrome de Estocolmo

En lo que respecta al síndrome de Estocolmo, se podría decir que pudo haber ocurrido durante muchísimos años, sin embargo, no fue sino hasta el año 1973 que se le dio un nombre en específico, y esto ocurrió como respuesta al cautiverio o el abuso.

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    Cabe destacar, que durante ese año dos hombres secuestraron a cuatro personas como rehenes durante seis días, luego de ese robo que fue en un banco en Estocolmo, Suecia, una vez que los rehenes fueron liberados se negaron rotundamente a testificar contra sus captores, incluso muchos de ellos empezaron a recopilar dinero, para la defensa de los mismos.

    Igualmente, mucho después de ese suceso tanto Psicólogos como expertos en la salud mental, le asignaron a esto, el término síndrome de Estocolmo, el cual es una condición que ocurre cuando los rehenes desarrollan cierta conexión emocional o psicológica, con las personas que los mantuvieron en cautiverio.

    Sin embargo, a pesar que este síndrome es bastante conocido y aun ocurrido, no se encuentra dentro de lo que es el manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos mentales, el cual es un manual que muchos expertos utilizan, para diagnosticar cualquier Trastorno de la salud mental.

    ¿Por qué ocurre el Síndrome de Estocolmo?

    Debemos afirmar que las relaciones, cuando son abusivas tanto los abusos como las agresiones, no necesariamente aparecen de la nada, sino que estos pueden ser presentidos por distintos mecanismos de control por parte de la persona que está abusando, esto incluye manipulación, aislamiento sistémico, represalias que pueden ir aumentando su gravedad.

    De igual manera, en algunas ocasiones esto suele suceder de forma sutil, generando así que las personas tengan dudas, desorientación, inseguridad o pueden llegarlas a hacer sentir que el otro tiene el control, y así como la persona no es capaz de poder controlar absolutamente nada, teniendo así sentimientos de incapacidad para tomar siquiera una decisión.

    Ahora bien, la base de ese tipo de relaciones patológicas es el miedo y la dependencia de ese vínculo emocional que se crea con el maltratado, no es más que una estrategia de supervivencia, que desarrolla la persona al mostrarse de una forma complaciente, tranquila, colaboradora, manifiesta aprecio hacia el agresor. Debido a ello, es que la víctima siente de forma inconsciente que puede evitar un problema, existen distintas condiciones básicas para que se pueda desarrollar esta enfermedad, las cuales son las siguientes, a saber:

    • Percepción de Amenaza: En primer lugar, que la misma sea a través de distintas formas directas o indirectas o simplemente, siendo testigo de cualquier tipo de situación en la cual se ejerza la violencia.

     

    • Gestos amables por parte del abusador: En segundo lugar, tenemos que esto, puede incluir lo que son regalos, muestra de afecto, contención de una acción violenta, en la cual se interpreta para la víctima como una mejoría, estos son distintos detalles que pueden lograr que la persona crea que su pareja, puede cambiar o que este puede de cierta manera, corregir su comportamiento, ya que en el fondo tiene sentimientos de afecto hacia ellos, normalmente, la víctima suele ver la parte buena de la relación de forma constante en lo afectuoso, el deseo o la importancia que le da su agresor al intentar mantenerla a su lado a toda costa, todo esto se origina debido a una dependencia emocional.

     

    • Compasión y empatía: En tercer lugar, nos encontramos lo que normalmente, el victimario puede compartir cierta información que sea referente a su pasado, como, por ejemplo que esto está maltratado, abusado, descuidado y es allí donde la víctima toma esto para sentir compasión y llegar a justificar sus acciones, pero el hecho que este la compasión, no produce ningún tipo de cambio en las conductas agresivas que se desencadenan y lo que ocurre es que la empatía se puede alargar en un periodo de tiempo, en el que la víctima será abusada constantemente.

     

    • Aislamiento de la Víctima: En cuarto lugar, nos referimos a que esto poco a poco, puede basar las decisiones de la víctima en el miedo, debido a la reacción agresiva que pueda tener el abusador, es por eso que si la víctima llega a estar en contacto ya sea con sus familiares o amigos, es un problema para el victimario tratar de evitar a toda costa tener esas relaciones e incluso puede mostrar sentimientos negativos, hacia ellos para alejarse.

     

    • Sí de falta de autoestima inseguridad y dependencia: En quinto lugar, esta sin duda es una de las razones por las cual es la víctima, tiene esa incapacidad para romper lazos con el agresor, es que no constantemente tiene esa necesidad de ser amados, en ocasiones una dependencia económica que los lleva a querer evitar a toda costa, cualquier tipo de situación que resulte incómoda para ellos, bajo amenazas como quitarle a los hijos, exponer públicamente problemas de la víctima, entre otros, todo esto con el fin, de que haga lo que el victimario quiera, además de esto, en ocasiones también se ve implicada lo que es la autoestima, ya que se encuentra tan afectada que puede perder cualquier tipo de confianza en sí misma y eso como consecuencia da a una persona débil, agobiada, incapaz y sin energía debido al constante desgaste que puede provocar una relación tóxica.
    Por último, es importante decir que normalmente, ese tipo de relaciones se le llena de una preocupación constante, en la que la víctima tiene miedo de cualquier tipo de problema que pueda surgir, ya que esto se puede dar por cualquier motivo y momento, la persona usa toda su energía para poder sobrevivir en el día a día, evitando a toda costa cualquier tipo de conflicto.

    Síntomas del Síndrome de Estocolmo

    El síntoma, al igual que muchas otras patologías a nivel psicológico, se puede reconocer por tres distintos eventos o síntomas, los cuales son los que a continuación, detallaremos:

    • La víctima desarrolló una serie de sentimientos positivos hacia la persona, que la mantiene o está abusando de ella.
    • La víctima también puede desarrollar una serie de sentimientos negativos, ya sea la policía o cualquier figura de autoridad que intente ayudar a alejarla de su victimario, incluso está en ocasiones, se puede negar rotundamente a cooperar en contra del mismo.
    • Por último, la víctima puede comenzar a percibir la humanidad de su captor y esto la hace creer que comparten los mismos objetivos y valores.

    Aunado a lo antes señalado, tenemos que todo ese tipo de sentimientos, se puede ocasionar debido a la situación emocional y carga que ocurre en esas situaciones de rehenes o ciclos de abuso, por ejemplo, es muy común que las personas que son secuestradas o toman como rehén, se sientan amenazada por el victimario, así como también dependen del mismo para poder sobrevivir.

    Cabe destacar, que si este secuestrador o abusador les muestra algo de bondad estos pueden llegar a sentir sentimientos positivos hacia esa persona, ya que lo dan como compasión y eso con el tiempo se comienza a cambiar y evolucionar hasta comenzar a tener sentimientos de aprecio, hacia la persona que los está abusando.

    Factores que pueden predisponer a la víctima

    Se podría decir que no existe un consenso acerca de los factores que pueden predisponer a padecer esta enfermedad, sin embargo, algunos pueden concluir en que depende de distintos factores como las experiencias previas que tiene la persona, las características del trauma y su personalidad, aunque algunas de las variables de la personalidad, que pueden influir según distintos estudios son:

    • Personas que poseen pobres estrategias de afrontamiento.
    • Tener poco clara la identidad y el propósito que tenemos en la vida.
    • Permitir o sentir que las otras personas tienen el poder de controlar nuestra vida.
    • Sentimientos de infelicidad.
    • Necesidad de reafirmación por parte de los demás.

    A pesar de esto, todo apunta a que nada referente al pasado de la víctima o su forma de ser tiene una relación, sino que esto es más como una respuesta que puede tener cualquier persona ante una amenaza inevitable, todo esto como signo de supervivencia, esto ha podido ser observado tanto mujeres como hombres, jóvenes o mayores en diferentes culturas, o también en otras especies, lo que realmente puede predisponer a sufrir este síndrome es que la víctima:

    • Recibir amenazas o ver la vida en riesgo.
    • Encontrarnos en algún tipo de situación de aislamiento.
    • Percibir algún tipo de bondad o detalle en el comportamiento del agresor dentro de la situación de terror.
    • Sensación de inseguridad o que nos es imposible escapar de esa situación.

    ¿Por qué ocurre?

    Síndrome de Estocolmo en la Actualidad

    Normalmente, como ya sabemos el síndrome de Estocolmo, puede asociarse a cualquier situación de rehén o secuestros, pero sin duda, se puede aplicar en distintas circunstancias y relaciones, las cuales explicaremos a continuación:

    • Relaciones abusivas: En primer lugar, según una serie de investigaciones se ha podido demostrar que las personas cuando son abusadas, pueden desarrollar vínculos emocionales, esto puede incluir abuso sexual, físico y emocional, así como también el incesto, el cual puede hacer que dure años, durante todo ese periodo una persona puede desarrollar una serie de sentimientos positivos o simpatía, por la persona que está abusando de ellas.

     

    • Abuso infantil: En segundo lugar, tenemos que los agresores normalmente, suelen amenazar a las víctimas con algún tipo de daño o incluso con la muerte, es por eso que las víctimas para evitar generar molestias a su victimario son obedientes, en ocasiones estos mismos abusadores pueden presentar signos de amabilidad, lo cual puede ser percibido de cierta manera, como un sentimiento genuino y esto confunde aún más al niño, por lo que puede llevarlo a no entender la naturaleza negativa de la relación.

     

    • Tráfico sexual: En tercer lugar, tenemos que cuando hay víctimas que sufren la trata de blancas, normalmente, ellos dependen constantemente de sus abusadores para sus necesidades, como, alimentos y agua, cuando estos proporcionan deseos suplementos a sus víctimas, estas los pueden interpretar como un gesto amable, desarrollando sentimientos positivos hacia el victimario, también puede que se resista a cooperar con la policía por temor a cualquier tipo de represalias o pensar que deben proteger a toda costa al abusador, para así protegerse así mismos.

     

    • Entrenadores de deporte: Por último, y en cuarto lugar, tenemos lo que sin dudas, practicar algún tipo de deporte es una forma en la que las personas logran desarrollar habilidades relaciones, sin embargo, alguna de esas relaciones que se pueden establecer, puede que resulten negativas las técnicas de entrenamiento severo, porque pueden llegar a ser incluso en algunas ocasiones abusivas, sin embargo, el atleta puede tomar eso como que el comportamiento de dicho entrenador es por su bien y esto tomando en cuenta un estudio que se realizó durante el año 2018, se podría decir que puede generar una forma del síndrome de Estocolmo.

    Tratamiento del Síndrome de Estocolmo

    En ocasiones, para muchas personas el tratamiento de esta enfermedad es algo inexplicable y es que, si es creído que tú o alguien que conoces posee este tipo de enfermedad, si puedes encontrar ayuda y esta incluso puede ser a corto plazo, a través de un tratamiento psicológico para que ayude con el trastorno, estrés, postraumático, el cual alivia los problemas inmediatos que se encuentran asociados con la recuperación, como lo es la ansiedad y la depresión.

    Sin embargo, la Psicoterapia a un largo plazo puede ayudar enormemente en la recuperación, ya que los Psicólogos profesionales de la salud mental, pueden enseñar distintos mecanismos de afrontamiento saludables y herramientas que puedan ayudar a la víctima, todo lo que sucedió, porque sucedió, como poder superarlo, resignando así todas las emociones positivas puede la víctima llegar a entender, que lo sucedido no fue su culpa.

    Para finalizar, no hay duda, sé que el síndrome de Estocolmo suele ser una enfermedad de la que muy pocas personas hablan, pero es necesario conocer, ya que mientras más sepamos sobre ella más información tendremos a la hora de manejar una situación, en la que se presente alguien con esta enfermedad o si nosotros mismos llegamos a presentarla, recordemos que todo diagnóstico, evaluación o tratamiento debe ir de la mano con un profesional de la salud mental..

    Síndrome de estocolmo en niños

    El síndrome de Estocolmo en niños puede manifestarse cuando un menor desarrolla un vínculo afectivo con su captor o abusador, a pesar de la situación de peligro y abuso en la que se encuentra. Este lazo psicológico es una respuesta de supervivencia ante el miedo y la dependencia emocional o física que el niño puede sentir hacia su agresor.

    En el contexto de un secuestro o situación de abuso prolongado, los niños pueden llegar a simpatizar con sus agresores y mostrar resistencia a ser rescatados o a colaborar con las autoridades. Este fenómeno complica los esfuerzos de intervención y rescate, ya que el menor puede no reconocerse como víctima.

    Los casos de síndrome de Estocolmo en niños suelen requerir un enfoque terapéutico especializado que aborde la confusión emocional y el trauma. La terapia debe ayudar al niño a procesar las experiencias vividas y a desmantelar la falsa lealtad formada hacia el agresor, promoviendo así una recuperación saludable.

    Es crucial prestar atención a las señales de alarma, como cambios en el comportamiento o actitudes inusualmente positivas hacia personas que ejercen control o abuso sobre ellos. Identificar tempranamente estos signos puede ser clave para intervenir y prevenir el desarrollo completo del síndrome de Estocolmo en los menores.

    La prevención y educación son fundamentales en la lucha contra el síndrome de Estocolmo infantil. Enseñar a los niños sobre límites saludables y fomentar un entorno de comunicación abierta y segura puede disminuir la posibilidad de que desarrollen este tipo de lazos traumáticos con sus abusadores.

    Estocolmo definicion

    El Síndrome de Estocolmo es un fenómeno psicológico en el que una víctima de secuestro o rehenes, desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo emocional con su captor. A pesar de la situación de peligro, la víctima puede llegar a tener sentimientos de afecto y hasta defender a su agresor.

    Esta condición se identifica por la reacción paradójica de la víctima, quien en una situación de abuso o amenaza, muestra empatía y simpatía hacia su abusador. El Síndrome de Estocolmo se observa tanto en casos de secuestro como en relaciones personales abusivas prolongadas.

    Se considera que el Síndrome de Estocolmo surge como un mecanismo de defensa inconsciente, donde la víctima, buscando aliviar el estrés de la captura, interpreta los actos de amabilidad mínima del captor como razones para albergar sentimientos positivos, lo que reduce la tensión emocional.

    Aunque el Síndrome de Estocolmo no está clasificado formalmente como un trastorno mental en manuales de diagnóstico, su reconocimiento ha sido fundamental para comprender la dinámica psicológica en situaciones de cautiverio y abuso, y para el desarrollo de estrategias de intervención y apoyo para las víctimas.

    Qué es el síntoma de estocolmo

    El Síndrome de Estocolmo es una respuesta psicológica compleja donde la víctima de un secuestro o retención prolongada desarrolla sentimientos positivos hacia su captor. Esta condición puede parecer irracional, pero es una forma de supervivencia emocional ante un trauma intenso.

    Aunque parezca contradictorio, el Síndrome de Estocolmo surge como un mecanismo de defensa psicológico. La víctima establece una alianza emocional con el agresor como estrategia inconsciente para sobrellevar el miedo y la amenaza de violencia.

    En este síndrome, se observa que la víctima llega a justificar o minimizar los actos del captor. Este vínculo traumático se forma a partir de la gratitud por actos de bondad percibidos o la ausencia de violencia, creando una distorsionada relación de afecto.

    Es fundamental entender que el Síndrome de Estocolmo no indica una complicidad real con el agresor, sino una respuesta psicológica adaptativa que emerge en situaciones extremas. La víctima busca inconscientemente formas de protegerse ante un peligro constante.

    El Síndrome de Estocolmo puede aparecer en diversos contextos, no solamente en secuestros, sino también en relaciones domésticas abusivas o cualquier dinámica donde se perciba una amenaza y exista una dependencia emocional o física del agresor.

    Síndrome estocolmo significado

    El Síndrome de Estocolmo se refiere a una reacción psicológica donde la víctima de un secuestro o cautiverio desarrolla lazos afectivos con su captor. Este fenómeno, a menudo irracional y contraintuitivo, puede surgir incluso en situaciones de abuso y maltrato.

    Aunque el término puede resultar desconocido para algunos, el síndrome de Estocolmo es una condición compleja que se manifiesta en un contexto de poder desequilibrado, donde la víctima, a través de un mecanismo de defensa psicológica, llega a sentir empatía o cariño por su agresor.

    Este síndrome no discrimina por edad, género o cultura, y puede darse en diversas circunstancias, como secuestros, abusos domésticos o incluso en relaciones laborales tóxicas. La dependencia emocional del captor es una característica clave de este síndrome.

    Las razones detrás del desarrollo del Síndrome de Estocolmo son variadas y pueden incluir la gratitud por actos de bondad percibidos del captor o la necesidad de la víctima de identificar con alguien en poder durante una situación traumática.

    Es importante resaltar que el Síndrome de Estocolmo es un mecanismo de supervivencia ante situaciones extremas. No obstante, no debe ser visto como una elección consciente de la víctima, sino como una respuesta psicológica compleja frente al trauma.

    Sindrome de estocolmo caracteristicas

    El Síndrome de Estocolmo se caracteriza principalmente por el desarrollo de un lazo emocional de la víctima hacia su captor o abusador. En este proceso psicológico complejo, la víctima puede llegar a mostrar empatía, e incluso afecto, por quien le inflige daño. Este vínculo irracional suele ser una estrategia inconsciente de supervivencia que se establece en contextos de amenaza y control prolongados.

    Entre las características distintivas del síndrome, se encuentra la justificación del abuso. La víctima puede llegar a racionalizar las acciones negativas del agresor, minimizando la gravedad del daño sufrido. A menudo, esto se acompaña de una visión idealizada del captor, ignorando o negando las intenciones maliciosas detrás de sus actos de "bondad".

    Otro aspecto relevante es la negativa a buscar ayuda o cooperar con las autoridades para escapar de la situación abusiva. La persona afectada por el Síndrome de Estocolmo puede incluso sentir lealtad hacia su captor y protegerlo ante terceros, mostrando resistencia a ser rescatada o a tomar acciones que perjudiquen al abusador.

    Una característica que puede observarse en quienes padecen el Síndrome de Estocolmo es la distorsión de la percepción del riesgo. A pesar de estar en una situación de peligro claro, la víctima puede no percibir la gravedad de su situación, subestimando la amenaza que representa el captor y sobrevalorando los gestos de cuidado o atención, por mínimos que sean.

    Finalmente, es común que se presente un sentimiento de aislamiento por parte de la víctima, sea impuesto por el agresor o como resultado de la manipulación psicológica. Dicho aislamiento refuerza la dependencia emocional y la percepción de que el captor es su único enlace con el mundo exterior, intensificando la complicidad emocional y la dificultad para romper el ciclo de abuso.

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